Locuras apasionantes
A los pocos días, planeamos comprar en una tienda erótica una verga, me llevé a mi mejor amiga a elegirla, y en aquella tienda descubrí que había un mundo de juegos eróticos en los que yo nunca había ni pensado
Mi historia comienza cuando conozco un chico por Internet, que me gusta solo por su forma de hablar, por las cosas que decía, por las sensaciones que me hacía experimentar, sensaciones que no cualquier hombre normal hace sentir en una mujer.
Pasado el tiempo la necesidad humana de los dos comenzó a pasar de una relación de puro juego a un nivel más perceptivo, es decir empezamos a decirnos cosas más excitantes, más dulces y tiernas, y a hacer pequeñas travesuras.
Una de nuestras primeras travesu...