En la noche...

Tanto tiempo sin disfrutar de su suave piel, tanto tiempo sin disfrutar de sus caricias... Y aquella noche al fin lo volví a sentir...

Introduje suavemente la llave en la cerradura. Me sorprendí al ver que va puerta se abrió al girar ligeramente la llave, puesto que al marcharme había echado la llave. Entre y me encontré la casa totalmente consumida por la oscuridad de la noche. Deje las bolsas en la entrada y avance hacia el salón. Desde el pasillo llegaba una débil luz. Tenía pinta de ser la luz de mi mesilla. Avancé hasta mi cuarto. No podía ser ella.

Estaba recostada en la cama, leyendo un libro que tenía apoyado en su pier...