María, la barbie madura
Casi siempre las cosas ocurren cuando menos te lo esperas. Una serie de coincidencias hizo que conociera a la mujer más increíble que jamás hubiera podido imaginar.
Me llamo Carlos, y tengo 41 años. Esta historia empezó una calurosa mañana del mes de julio de hace 8 años. Por aquella época trabajaba en una multinacional donde compartíamos el coche de empresa entre dos personas. El día anterior mi compañero había dejado el coche en un parking próximo a su casa y yo tenía que ir a buscarlo por la mañana para ir a ver a un cliente. Era una faena porque el parking estaba algo lejos de mi casa y tuve que levantarme pronto para ir a buscarlo.
Al llegar donde estaba el...