Don Mario 4- Completo

Debido a problemas familiares había dejado inconcluso el cuarto capítulo de mi historia. Aquí lo subo al completo, esperando que sea de su agrado y prometiendo prontas continuaciones.

Por la mañana, mi marido despertó con un resacón tremendo y ese día no salimos a ninguna parte.  Hice una comida sencilla, comimos juntos y luego se volvió a meter a a la cama. Yo aproveché para echarme una siesta tendida a una tumbona al lado de la piscina. Me puse una tanga brasileña de colores floridos, sin nada en la parte de arriba para ponerme más morenita, me unté de crema protectora por todo el cuerpo y me tendí al agradable sol del atardecer de julio. Sobre las nueve vinieron mis padres con mis niñ...

Don Mario 4- Primera Parte

Después de nuestra primera vez, don Mario sigue follándome todas las veces que le viene en gana. Incluso llega a hacerme un regalo de cumpleaños con salidita nocturna incluida... Debido a la extensión del relato, he decidido subir el siguiente capítulo en dos partes independientes.

Por la mañana, mi marido despertó con un resacón tremendo y ese día no salimos a ninguna parte.  Hice una comida sencilla, comimos juntos y luego se volvió a meter a a la cama. Yo aproveché para echarme una siesta tendida a una tumbona al lado de la piscina. Me puse una tanga brasileña  de colores floridos, sin nada en la parte de arriba, para ponerme más morenita, me unté de crema protectora por todo el cuerpo y me tendí al agradable sol del atardecer de julio. Sobre las nueve vinieron mis padres con mis n...

Don Mario 3

Salimos de cena con unos amigos y al final pasa lo que tenía que pasar.

A la mañana siguiente tuve que hacer frente a las burlas de mi marido, que no paraba de mofarse de que hubiese mojado la cama como si fuera una niña de 5 años. Por supuesto, él no sabía que había tenido un sueño erótico. Y que el protagonista del mismo no era otro que su viejo amigo y socio de la empresa familiar: don Mario.

El lunes por la mañana fui a trabajar, como de costumbre, al almacén de la empresa. La empresa familiar cuenta con dos almacenes para una flota de casi medio centenar de vehículos...

Don Mario 2

Después de haber visto cómo don Mario, el socio solterón, cincuentón y viejo amigo de mi marido, gozaba de los encantos de Marta, nuestra joven y bella secretaria, la situación se acelera hasta llegar al inevitable final.

Había sucumbido al pecado. Había probado del lechazo de don Mario. El lechazo que don Mario había depositado en el culo de Marta después de follársela como a una perra sobre el piso de su oficina. Del culo de Marta se había escurrido al suelo. Yo me había huntado un dedo con el, y lo había probado. Luego, me había agachado sobre mis piernas y mis brazos, como una perra, y había limpiado el charco de su semen a lengüetazos. Ésto, mírese como se mire , ya era un acto de infidelidad. Las mujeres fieles no van...

Don Mario

Don Mario, el socio cincuentón y amigo de la infancia de mi marido, llegó a la empresa en mayo de este año. Desde entonces han ocurrido una serie de cosas que me han transformado como mujer, como esposa y como madre, en la puta, ninfómana e infiel que ahora soy.

Ese viernes no tenía que haber vuelto al almacén. Pero había olvidado el móvil y no me quedaba de otra. Con suerte, mi marido me había dejado un juego de llaves para lo que sea, así que no había problema al respecto. Era solo cuestión de ir, desenchufar el teléfono que había dejado cargando, meterlo al bolso y salir. No tardaría más de diez minutos en ir y volver. Un cuarto de hora como mucho. Eran casi las nueve y media de la tarde, y hace media hora que me había despedido de don Mario, el socio cincuentón...