Reflejo

Vuelvo a subir este relato, que por circunstancias desconocidas bajaron de la web. Espero que ahora sí se respete.

Reflejo

A Laura

Antes

Cuando Rogelio fue mi amante yo tenía dos años de casada y muchas dudas sobre mi matrimonio. Apenas rebasaba los veinte años, mi marido me lleva doce, y me aterraba pensar que tan temprano habían terminado mis tiempos de coquetear. Por eso acepté las galanterías de Rogelio. Tenía aires de poeta exaltado que en todas las mujeres busca su gran amor. Creyó encontrarlo en mí. Aunque me engaño. Creyó encontrarlo en mis piernas. En ese entonces usaba faldas moderadame...

Historias de Laura. Las agujas de Sylvia Kristel.

Los siguientes relatos no son propios, me han sido confiados en larguísimas jornadas de chatear. Yo sólo he transformado el molesto formato del chat (ya saben, los mil holas-cómo-estás y las anécdotas intrascendentes del día a día, los emoticons, los errores de dedo, las interjecciones inservibles, mis preguntas que hurgaban pidiendo más detalles) en una prosa fluida, quizá con ciertos adornos de atmósfera que espero que Laura sepa apreciar. Ojalá, querida Laura, no traicione demasiado el espíritu original de tus relatos y pueda transmitir la emoción que me han dado (demasiada noche, demasiado café tibio y demasiados cigarros de por medio).

Historias de Laura. Las agujas de Sylvia Kristel.

Los siguientes relatos no son propios, me han sido confiados en larguísimas jornadas de chatear. Yo sólo he transformado el molesto formato del chat (ya saben, los mil holas-cómo-estás y las anécdotas intrascendentes del día a día, los emoticons, los errores de dedo, las interjecciones inservibles, mis preguntas que hurgaban pidiendo más detalles) en una prosa fluida, quizá con ciertos adornos de atmósfera que espero que Laura sepa apreciar. Ojalá...

Alquiler

Siempre le pregunto si está dispuesta para el encuentro. Estar dispuesta quiere decir que durante todo el tiempo que yo disponga, ella se olvida de la persona que es comúnmente y queda entregada a mis afanes. Sin preguntas, sin opiniones, sin límite. Completa obediencia, so pena de aceptar un correctivo que, sabe, será lamentable.

Alquiler

Se trata de una despedida de soltero donde habrá diez garañones. No protestan por el precio: es alto pero saben que quedarán conformes. Antes de cerrar el trato llamo a J. Nuestra relación es intermitente. Pueden pasar meses sin que tengamos contacto. Pero también puede ocurrir que mis planes la hagan alejarse de sus actividades cotidianas durante uno, cinco, diez días. Siempre le pregunto si está dispuesta para el encuentro. Estar dispuesta quiere decir que durante todo el tiempo que y...

Fotografías (1)

Algunas fotografías de J.

Fotografías (1)

La primera fotografía es la menos interesante para los espíritus toscos, pero junto con la última, son mis favoritas. Una simple foto de J parada en el malecón, con su holgado vestidito verde de verano, haciendo apenas evidentes sus formas, con sandalias de tiras entrelazadas hasta las rodillas, sonriente, relajada, rostro de adolescente en pos de su siguiente aventura. La fotografía no dice mucho y no tiene la excelencia de las otras (con humildad y vergüenza confieso que yo la...

Lo blanco y lo negro

El cuerpo de J es blanquísimo, por eso le quedan tan bien los adornos negros.

El cuerpo de J es blanquísimo, por eso le quedan tan bien los adornos negros. Altísimas sandalias negras, tobilleras y muñequeras de raso negro, mascadas negras que ennegrecen su mirada, brevísimos calzones negros incrustados entre el blanco de sus nalgas. Cuando está con su amante J yace en sábanas negras, es poseída en sillones de cuero negro, se le sujeta extendida sobre una larga mesa de ébano negro, como fina porcelana viva que tiembla ante los ocasionales toqueteos de su Señor. Tal obsesión le c...

Noche

Algunas noches de M.

...pero lo más agobiante del fin de semana son las noches, cuando después de tanto delirio, de tanto ser usada, de tantas charlas intensas y tantas fantasías colmadas, él prepara a M para dormir. Primero le da un baño largo y relajante, en el que hacen chistes y conversan como cualquier matrimonio bien avenido. Luego él la seca, le unta crema en todo el cuerpo para humectarla y la lleva desnuda a la cama. Le sujeta sus tobillos y sus muñecas con sendas esposas forradas, la arropa bajo las sábanas, le...

Estuche

El estuche espera su carga preciosa. ¿Deseas estar en él?

Querida M:

Por fin está listo lo que tanto hemos esperado. Hoy lo trajo el ebanista, con esa actitud morbosa de quien cree intuirlo todo. Tiene dos metros de largo, con espacio suficiente para recostarte y extender tus brazos sobre tu cabeza. El ancho, apenas de metro y medio, pues como recuerdas sólo servirá para exhibirte (cuando sea necesario usarte, se te llevará a otros espacios). Tiene una altura de un metro veinte, queda a la altura de mis manos, por si deseo manosearte y jugar al suave h...

Una carta sobre minifaldas

Le envío a una sumisa algunas ideas sobre las minifaldas.

Querida M.

Odio vivir lamentándome por cortar tan abruptamente nuestras charlas, pero es mi hora de salir y tengo compromisos que me impiden retrasarme. Salgo a las tres (cuatro de la tarde tuyas); los 15 o 20 minutos de más los paso entre la fascinación y el remordimiento por ir retrasado. Te lo cuento para que entiendas y disculpes mi grosería.

Ayer, por ejemplo, pensé que aun hablaríamos de minifaldas y el encanto que me producen (acaso para que lo sepas y me sorprendas en alguna oportu...