El rapto (5: El ratón)
Las historias se mezclan unas con otras...
Salio de su casa y se dirigió, una vez mas solo, al barrio de Chueca.
Mientras los grupos de jóvenes se emborrachaban y divertían en las calles del centro, el las recorría cabizbajo y afligido: se acordaba de su ciudad, su gente, el mar
Había llegado hacía ya dos meses, y no había encontrado ni trabajo, ni un hombro donde llorar. Los chicos que había podido conocer solo le veían como un trozo de carne bonito, con el que follar una vez y no volverle a ver mas.
El sin embargo buscaba u...