Entelequia

De madrugada me levantaba y me paraba justo en la punta de la cama. Te despertabas y mirabas como dejaba deslizar la bata y te ofrecía mi cuerpo desnudo.

Entelequia

Tenías unos ojos color melancolía, grises, opacos... pero nunca pude evitar perderme en la oscuridad de tu mirada. Era un túnel sin salidas aledañas que había que recorrer de principio a fin, un pozo profundo y estrecho a través del cual me dejaba caer al vacío para chocar, una vez más, contra el suelo tan duro como tu indiferencia.

De madrugada me levantaba y me paraba justo en la punta de la cama. Te despertabas y mirabas como dejaba deslizar la bata y te ofrecía mi cuerpo des...

Advertencia

Te advertí que no te mordieras el labio inferior cuando me mirabas, que no te relamieras de deseo mientras te acercabas.

Advertencia

Te advertí que no te mordieras el labio inferior cuando me mirabas, que no te relamieras de deseo mientras te acercabas. Que no me acosaras con tu respiración agitada. Te pedí que no me acariciaras tan suavemente el rostro, que no hurgaras debajo de mi camisa arrugada para deslizar las yemas de tus dedos sobre mi pecho. Te supliqué que no me besaras tan húmeda y apasionadamente, que no lamieras mi oreja ¡Impiadosa y salvaje criatura! Me arrojaste sobre la cama e hiciste cuanto quisis...

Fantasía

Medianera de por medio, podía escuchar tu respiración acelerada y profunda...

Fantasía

El repiqueteo de los tacos -que marcaban el ritmo de los pasos apurados y en contramarcha- se diluyó en el momento justo en el que el quejido de la madera me dejó adivinar que ya estabas sobre la cama. Después llegaron hasta mis oídos susurros que, a fuerza de contener la respiración, se transformaban en gemidos apagados. Podía escuchar los golpes de la cabecera tu cama al golpear contra la pared de mi cuarto. Comenzaban lentos y poco a poco se aceleraban hasta alcanzar un ritmo constan...