Mi hermana quiere ser ilustradora (III)

Las habilidades de Ari.

The.sister.of.clara

A la mañana siguiente me despertó un ruido en la casa. Miré el reloj y me sobresalté por lo tarde que era. El aire estaba viciado. Olía a choto y a sudor… es decir a sexo concentrado. De un salto abrí las ventanas para ventilar la habitación. Entré en el baño y dejé correr el agua caliente. Mientras tanto pude verme por primera vez en el espejo. Reconozco que me impresionó mi aspecto. A unas leves ojeras había que añadir el pelo revuelto y mechones apelmazados. En la cara tambi...

Mi hermana quiere ser ilustradora (II)

Los planes de Ari

The.sister.of.clara

Desde que Ari me había hecho aquella pregunta, si quería posar con mi hermano en su habitación, mi vida no había vuelto a ser la misma. Pasaban los días y me sentía muy inquieta. Probablemente muchos de mis temores eran infundados. Al fin y al cabo, me decía razonando, Ari solo estaba buscando un modelo masculino para sus dibujos. Y qué mejor que tirar de nuestro hermano Alberto para lograr sus fines.

En un principio posar los dos juntos no debería ser un problema. Pero s...

Mi hermana quiere ser ilustradora

La hermana de Clara.

The.sister.of.Clara

Resulta que había entrado en la habitación de mi hermana a por su teléfono móvil. Lo encontré tirado sobre la cama mientras ella se duchaba. No era la primera vez que se lo cogía para mirar tonterías: alguna página de ropa o algún mensaje de mamá.

—¡ Ari, te pillo el móvil!

—¡Valeee…! —dijo al otro lado de la puerta.

Busqué aquí y allá, pero no encontré la foto del vestido que Ari me había enseñado en el desayuno. Pensé que quizá estaba en su cuenta de Instagr...

La pulsera de mamá. 5 (Final)

Tarde de sábado con Teresa y mamá.

Capítulo 5

Roma o Muerte

Seguíamos con las restricciones de movilidad que nos recomendaban no salir de casa. La mayoría del tiempo lo pasaba solo en el piso. Decidí volver a los estudios que tenía olvidados y al menos matar el tiempo con algo de provecho. En los descansos me acercaba a la cocina o terminaba deambulando por las habitaciones.

Había empezado a sentir una gran curiosidad por aquella persona con la que me venía acostando desde las dos ultimas semanas, y que no era otra q...

La pulsera de mamá. (4)

Caray hijo, cómo te pasas.

Capítulo 4

Caray hijo, cómo te pasas.

El edificio en el que vivíamos era uno de esos modernistas de finales del XIX, y que se había reformado hacía unos pocos años. Al salir del ascensor estuve un rato mirando las molduras originales de yeso, en el descansillo, que aún se conservaban bien. La luz de la tarde entraba por la claraboya superior, una cristalera con motivos orgánicos y que iluminaba ampliamente el lugar en el que me encontraba, y que no era otro que delante de la casa de mi ma...

La pulsera de mamá. (3)

No puedo quitarme a mamá de la cabeza.

Capítulo 3

Tokio Blues

A la mañana siguiente me levanté más pronto de lo habitual, pero mi madre ya había salido. Me acerqué a su habitación. Todo estaba recogido, no había ni rastro del desastre de la noche anterior.

Me preparé un café mientras revisaba el correo y leía los mensajes del móvil. Vi que había unos cuantos de Sandra donde me informaba del cierre perimetral de la ciudad. Me comentaba que ella pensaba subir a Asturias antes de que le pillase en Madrid encerrada conmigo....

La pulsera de mamá. (2)

Ahora sí que la he cagado.

Capitulo 2

Los Acantilados de Moher

La luz de la mañana se filtraba por la persiana, y se podían oír los coches y el bullicio del barrio.

Me incorporé en la cama y me bajé el pantalón del pijama. Efectivamente estaba todo sin un solo pelo y se sentía bastante fresquito ahí abajo. El pene se me empezó a excitar solo de recordar lo ocurrido la noche anterior.

Decidí refrescarme en el baño, a ver si se me bajaba un poco el empalme.

Mi madre estaba en el salón. Levaba una bl...

La pulsera de mamá

Noche de sábado con mamá.

Vivía en Madrid, en el barrio de Salamanca. Ya sé que muchos pensarán que era un pijo de colegio privado con unos padres con dinero. Y bueno, sí, qué pasa. Realmente el forrado era mi padre, pero desde que se marchó de casa vivía sólo con mi madre.

Ella se puso a trabajar de inmediato. Con la pasta que nos tenía que pasar tras el divorcio, no necesitábamos el dinero. Imagino que si mi madre seguía trabajando era para distraerse y no pensar en la novia de papá. Y por qué no, poder disponer también de...