Sweet Innocence
Una noche de verano, cálida.
Hacía ya un rato que estaban enzarzados en una conversación que poco a poco se fue tornando cada vez más caliente. Hablaban de cómo sería esa primera vez para la que estaban esperando, de como poco a poco iría perdiendo su vergüenza, de cómo la haría crecer y descubrir cosas nuevas. Estaba empapada y ya era tarde. La conversación terminó con tímido, vergonzoso y caliente hasta mañana.
Bajó la pantalla del ordenador y preparó la habitación para la noche, como siempre. Abrió la cama y se dejó arropar po...