Cuentos del semiorco y los tres enanos
De como un nigromante y sus huestes de no-muertos aterrorizaron el Reino y cómo un semiorco y tres enanos unieron sus fuerzas para combatirlo
-Estúpido perro, ¿dónde te has metido?
Natacha intentó gritar para hacerse oír, pero de su garganta sólo brotó un susurro. Era de noche cerrada y a su alrededor, el negro bosque parecía más amenazador que nunca. Había dejado de ver las luces de las antorchas del pueblo y sabía que podía meterse en un buen lio por alejarse tanto, pero maldita fuese si iba a dejar que su querido Rámpel quedase a merced de los lobos. Se acercaba a la linde de la aldea, en las proximidades del cementerio. Quiso gritar, pe...