Sintiendome su puta
mi Amo decide anillame los pezones, y tras hacerlo, me azota y me usa en los servicios de un bar
Llegué al centro comercial vestida como él me pidió, minifalda vaquera y una camisa blanca. No tardé en llegar a la cafetería en la que habíamos quedado, él ya me estaba esperando, sentado en una mesa, miré el reloj nerviosa, pensando que me había retrasado y temiendo el posible castigo que me caería, pero no había sido puntual, por suerte. Me acerqué a él.
-buenos días señor, ¿qué quiere que le pida para tomar?
-buenos días, princesa. Siéntate, hoy quiero que estés tranquila, y dejarem...