Noche común de sábado a los 17
Una salida a bailar con unos amigos y mi hermano con su novia termina como suelen terminar, abierta.
Bueno, voy a seguir contando mis historias, en el orden que las recuerde o me llamen más la atención.
Hay algo en mi actitud, mi cara o mi cuerpo que parece producir un morbo extremo en aquellos que me cogen. No sé si seré demasiado caliente, muy sumisa, o parezco muy indefensa, el caso es que generalmente mis polvos no son precisamente románticos ni mucho menos. Pero no tengo ninguna queja, obtengo lo que me busco, y me gusta.
Cuando tenía 17 años ya salía mucho de noche. Un sábado vinier...