El runrún de mi sofá de Sky
Era tan bello, tan tierno. Estaba obligado a dejarme llevar, y me dejé llevar.
Fue una soleada tarde de mayo cuando un sms llegó a mi celular. Andrea aburrida quería salir a dar un paseo por lo que yo sin tener nada que hacer quede con ella aceptando su petición.
Guapisima como siempre apareció doblando la esquina. Vestía minifalda baquera y una camisetilla a rallas horizontales, rojas, y bancas. Mirándome con una gran sonrisa me acerqué a ella para darle un beso en la megilla y saludarla.
Pasamos media tarde caminando, contandonos nuestras cosas. Hacía mucho tiempo...