Vacaciones sin papá y mamá
Lo que empezó cómo la frustración de quedarnos sin vacaciones, terminó en que fueron las mejores de nuestra vida. Claro que mi hermana y yo no lo imaginábamos al comienzo.
No sabes cuánto lo siento, cariño dijo mi madre, acariciando una mejilla de mi hermana Caro.
Yo también estaba jodido. El último día de las vacaciones del año anterior había conocido a una rubita preciosa de 19 años, Linda. Me dijo que su familia y ella volverían el verano siguiente al mismo camping, y ya había hecho planes de retomar bueno, más bien comenzar lo que no pudo ser por falta de tiempo. Claro que en 365 días pueden pasar muchas cosas, e igual la alemanita a estas alturas ya tenía...