Fiesta inesperada 2
Subimos a su piso y ....
FIESTA INESPERADA 2
Subimos a su piso y ya en el ascensor se podía respirar cierta excitación. Dado el pequeño tamaño de la cabina era imposible estar muy separados los unos de los otros, por lo que aproveché para con cierto disimulo mal conseguido, acariciar el culo de Marian. Verónica, efectivamente, se dio cuenta de lo que hacía, y dijo que íbamos muy calientes, y no se equivocaba en absoluto.
Llegamos a la planta en donde estaba su piso y nos hizo a pasar a este. Una vez dentro nos pidió que...