Vigilando a la familia, cap.3
Las sorpresas sobre su familia siguen sobrecogiendo a Ana María
Me miraba a mi misma y no me veía. La situación era surrealista, era yo quien estaba en esta circunstancia pero no me reconocía, me observaba como si fuera otra persona. ¿Cómo había estado tan ajena a todo?, ¿Cómo había vivido mi vida tan monacal, tan recatada, tan reprimida (esa era la palabra) sin descubrir los placeres? Y por último, ¿qué sabía de mi familia, de mi amiga Chari, de todo?.
Ahora mismo, era un ejemplo de ese “viaje astral”. Estaba en casa de Chari, las dos sentadas en el sofá. Yo esta...