Fiebre
A veces la fiebre nos hace delirar y sudar de más, ¿verdad?
Brisa marina, luna que susurra noche, frescor húmedo con olor a costa y sueños que se evaden pidiendo protagonismo. Manta, calor interno, amago de subida febril y tranquilidad horizontal. Calma, bienestar pese a todo de aquella antigua niña antes rubia y ahora de preciosos cabellos con reflejos azabaches. Mirada infantil cercana a los treinta, curvas acomodadas a la forma del colchón, pijama de seda y una voz de alguien que insistía en que tenía que sudar... Pero no quieres sudar más, que ya te encuentras m...