Mi lado mas salvaje
Ella me succionaba y yo alargaba el brazo moviendo el plug en su culo para que saliera y entrara de nuevo, suspirando ella sin poder gemir con mi pene dentro de la boca, jugando con la lengua. Me incorporé cogí a Kat de la cabeza y comencé a follarle la boca con fuertes embestidas cada vez más profundas llevándola al límite. La sacaba de vez en cuando para que respirara y luego volvía a la carga, cada vez con más ritmo.
Deseaba repetir esa noche, seguir castigándola, llevarla al límite y conocer también el mío. Cogí las esposas y se las puse con sus manos a la espalda, le tapé los ojos con un antifaz y la coloqué de rodillas en la cama y su cabeza apoyada en el colchón. Cogí de nuestro escondite el plug anal y el lubricante, ella no sospechaba que hacía, notaba su expectación. Comencé a acariciar sus nalgas y a darle palmadas en los glúteos ya rojos por la sesión anterior. Con cada palmada ella dejaba escapar un gemido de...