Con más tranquilidad
Segunda parte donde, con mi amigo, logramos hacer realidad todo lo que deseábamos con la sensual cantante que nos había dado un adelanto oral en el camarín del pub.
Después de los episodios del relato anterior ocurridos en un pub entre mi amigo Rodrigo, Soledad y yo, dejé pasar unos cinco o seis días. Hacia el fin de semana siguiente (este fin de semana que pasó no, el anterior) yo no podía ya contener mis ganas de estar con Sole sin apuros ni restricciones. Entonces, sin arreglar antes con mi amigo, la llamé por teléfono:
¨Hola Sole, soy tu baboso admirador...¨
¨Ja ja, holaaaa, como no reconocerte babosito mío, todo bien?¨
¨Si preciosa, ahora qu...