Y fui a por más
Era el día después a la noche que pasé con Felipe. Iba recordando que me había comportado como una ramera y él me había conocido totalmente transfigurada por la calentura que su sexo provocó en mí.
Yo sentía un nudo en el estómago mientras caminaba, de polera, jeans y zapatillas, acercándome al local de mi trabajo. Era el día después a la noche que pasé con Felipe. Iba recordando que me había comportado como una ramera y él me había conocido totalmente transfigurada por la calentura que su sexo provocó en mí.
Yo sentía un dolor en las caderas porque a Felipe le encantó separarme exageradamente las piernas mientras me penetraba. También sentía una molestia en mi vagina producto del uso y el abuso...