Nos besamos despacio
El sexo necesita, a veces, de ternura.
Nos besamos despacio, sin prisa. Nadie nos ve. Nadie nos espera. Tenemos tiempo. Uno enfrente del otro. De pie. Besos tiernos, sensuales, lascivos. Nuestros cuerpos reaccionan. Nos juntamos, nos frotamos. Nuestras manos se vuelven locas recorriendo por dentro de nuestras camisas los poros de la piel. Los botones se van abriendo. Semidesnudos seguimos con el combate de los besos. Nos miramos. Nos gusta. Lo disfrutamos. Solos tú y yo. Yo por ti. Tú por mí. Cuando la excitación se apodera exageradamente...