Hacer un verdadero hombrecito
El amor de madre no tiene límite.
Toda mi pasión, mi amor, mi cuidado y desvelos se volcaron sobre Rubencito, mi hijo único, después de sufrir los desprecios, el despotismo y el abandono de su padre.
Además todo el interés de la familia se centro en el niño, tanto por sus tres tías, como por sus dos primas mucho mayores que él.
Era absolutamente normal satisfacer todos sus caprichos de cualquier índole para tenerlo contento, pues en alguna oportunidad en que la niñera no hizo lo que el quería, convulsionó y se enfermó ponie...