Sexo y más sexo

Un hombre casado se introduce cada vez más en el mundo del sexo gay, descubriendo nuevos placeres.

Martín seguía mamando mi chimbo con ganas. Su boca lo cubría en gran parte y la punta de su lengua salía para acariciarme el tronco hinchado y las pelotas cargadas. Yo estaba sentado desnudo en una silla de la sala mientras Martín, arrodillado en el tapete, también desnudo, succionaba con avidez el mástil que mostraba el deseo por ese hombre. Mis manos acariciaban su pelo y pasaban a los lóbulos de las orejas que yo acariciaba con suavidad y pasión. "Sigue así amor...oh, oh, sigue...sí…sí...qué placer...

Así me comí a Carlos

Dos hombres casados follan de nuevo.

Los días siguientes después de haber estado con Martín mis pensamientos giraban alrededor de esa noche apasionada llena de lujuria y placer. Quería volverlo a ver, besarlo, comérmelo. Sí, Martín era la comida que ansiaba. Pocas cosas tan placenteras como comer el culo de un macho. Sobretodo el de Martín. De ese encuentro recordaba insistentemente sus bellas nalgas, nalgoncito como era se movían como dos hermosos melocotones, bamboleantes, insinuantes, atrevidos. Aún tenía ante mi vista y mi nariz su h...

Tremenda follada

Dos hombres casados hacen el amor.

-- Oh, ah, papi, sigue, sigue por favor, clávame duro...sí, así, oh, qué placer..ah, ah, ensártame duro mi amor—eran las palabras que me salían de la excitación, mientras estaba allí arrodillado sobre la cama en cuatro patas, inclinado contra la almohada, en ángulo agudo y mis nalgas levantadas en popa, mientras Martín entraba y sacaba su verga de mi culo. Verga no muy grande pero sí ancha que distendía al máximo mi ano, haciéndome sentir que estaba dominado, sometido. Martín se movía rápidamente excl...