Tres piernas (V)
Cansado de la capital, nuestro protagonista se marcha a la costa... a descubrir otros placeres.
Siempre he sido culo de mal asiento, a los veinte años Madrid me asfixiaba, lo extraordinario se habia convertido en monotonia y estaba cansado de ser el juguete de pijos, pijas y gente con pasta, me largue a la costa, mi situacion economica era muy buena, monte un chiringuito playero a la americana, desde mediodia hasta las doce tapeo y comida y a partir de las 12 de la noche copas, esta vez me lo tome con calma, Silvia, enamoradisima de Raul, un mulato cubano fibroso y simpatico se encargaron del...