Jugando a los dados 3: Nueva vida

Os relato los sucesos que sucedieron al poco de comenzar a vivir con Eva

Eva se aferraba al cabezal de la cama con fuerza mientras Carlos la embestía rítmicamente.

-       Sigue…no pares…por dios…

Las tetas de Eva colgaban y se balanceaban al son que marcaba Carlos, desde atrás.

Su polla entraba y salía de Eva, completamente empapada, suave y sin resistencia. Soltó una de las manos con las que estaba sujetando las caderas de Eva y busco el clítoris de ella, mientras se la follaba a cuatro patas.

Apretó la zona, palpando, buscando.

-       Ajjj ahhha...

Jugando a los dados 4: tu, yo y ella

¿Conclusión?

Salió de la Universidad y se ajustó el gorro de lana. La temperatura había bajado varios grados.

Por fin era viernes, el domingo volvía Eva, dios…que semana llevaba. Entre los mensajes y las llamadas de Eva y la pillada a Pili…uff. Necesitaba echar un polvo ya. Las pajas no eran suficientes.

Se pasaba el día recordando y añorando los polvos con Eva y fantaseando con Pili.

Pili…la había pillado con el alumno suyo…la había visto medio en pelotas…y se había corrido en sus bragas…a decir verda...

Jugando a los dados 2: El fin del verano

El verano llega a su fin para Carlos y su madura vecina...¿qué traerá el otoño?

El sol abrasador de Agosto se filtraba bajo el agua de la piscina. Soltando la última bocanada de aire que quedaba en sus pulmones continuó buceando hasta llegar al borde, para emerger por fin, cansado, relajado.

Había cambiado el footing por la piscina, era difícil a estas alturas de verano hacer ejercicio fuera del agua…bueno…no todo.

Se dirigió a la toalla, dejándose caer exhausto, los niños continuaban jugando a la pelota a pesar de la prohibición, los padres charlaban, los abuelos se tostab...

Jugando a los dados

El verano de Carlos cambió en el momento que se tropezó con su nueva vecina en el rellano.

El Sol de Junio que entraba por la ventana lo despertó. Abrió los ojos con pereza, mirando con dificultad el reloj de la mesita, las 10 de la mañana, el calor había provocado una fina película de sudor por su cuerpo desnudo y mal tapado por la fina sábana, la cabeza le latía al ritmo de la resaca y la falta de sueño… y ella continuaba durmiendo, desnuda, a su lado.

Temía que al despertar se hubiera marchado, o que solo fuese una fantasía provocada por el alcohol. Pero no. Ella continuaba en la cama. ...