Hija guarra

Nunca imagine que me iba a sentir tan atraido por mi propia hija. Ni que la guarra de ella iba a ser tan puta.

Mi hija y yo vivimos solos en un piso en el centro de bilbao. Mi mujer y yo nos divorciamos hace tres años y ella emigró a la capital por motivos de trabajo.

En un principio Laura y yo no congeniabamos mucho pero poco poco nos fuimos uniendo más a sabiendas de que no podiamos convivir de esa manera.

Tratabamos de entromenternos en la menor medida de lo posible entre nosotros. Mi hija es una mujercita de esas que cuando salen los fines de semana se prepara bien y viste de forma provocativa.P...