La Asistenta. Parte 3: Punto de Inflexión

Cuando el morbo y el deseo superan a la razón y a lo que es y no es correcto.

De nuevo otro día a punto de levantarme de cama. Acaba de escuchar a mi mujer saliendo de casa haría cosa de un par de minutos cuando suena el timbre de la puerta. Lo primero que pensé es que quizás se había olvidado las llaves y regresaba a por algo. Aunque al mismo tiempo también pensaba que podría ser Elena. Así que me levanto raudo y veloz. Llego a la puerta, la abro y veo a Elena.

-Hola Carlos -me dice Elena -perdona que te haya despertado pero olvidé las llaves en casa.

-Para nada, ya e...

La Asistenta. Parte 2: Deseos Ardientes

De como descubro que a Elena también le gustaba el morbo y de como también me deseaba ardientemente.

Seguía de vacaciones, el reloj del despertador marcaba las 8 a.m. y acababa de despertarme. Mi mujer ya se había levantado y por el típico ruido en el movimiento de vasos,  cubiertos y el inconfundible aroma a café deduje que se encontraba preparando el desayuno en la cocina. Como era costumbre.

Despierto, con los ojos abiertos pero todavía en cama, no dejaba de darle vueltas a todo lo ocurrido el otro día con Elena. Por mucho que quisiese no podía engañarme a mí mismo. Vale que podría decirse que so...

La Visita

El deseo, el placer y el amor no tienen edad.

Por fin era sábado y la prima de mi mujer, Sonia, y su hija Laura, estaban a punto de llegar de visita para pasar unas semanas con nosotros. Ya hacía bastante tiempo que no coincidíamos.

Sobre las 22 horas llaman a la puerta. Mi mujer se acerca para mirar y abrir mientras espero en el salón. Son ellas. Escucho desde lejos el ajetreo del recibimiento, las maletas y bolsos, los saludos y besos de recibimiento. Momentos después la puerta se cierra y las escucho acercarse al salón donde las estoy esperand...

La Asistenta

Cuando el sexo en el matrimonio no es frecuente puede surgir una experiencia de lo más inesperada con la asistenta.

Imagino que el sexo en el matrimonio es un tema muy recurrente y que se encuentra situado normalmente entre 2 polos. Uno en el que las parejas disfrutan del sexo asiduamente y a tope y otro en el que prácticamente no existe.

Mi caso, por desgracia, pertenece al extremo del segundo polo. Hasta tal punto que llevaba años disfrutando mucho más del sexo virtual o telefónico que del real. Se podría pensar que un matrimonio así es muy difícil que prospere pero quizás y solo quizás en algunos casos la comod...