La Asistenta. Parte 3: Punto de Inflexión
Cuando el morbo y el deseo superan a la razón y a lo que es y no es correcto.
De nuevo otro día a punto de levantarme de cama. Acaba de escuchar a mi mujer saliendo de casa haría cosa de un par de minutos cuando suena el timbre de la puerta. Lo primero que pensé es que quizás se había olvidado las llaves y regresaba a por algo. Aunque al mismo tiempo también pensaba que podría ser Elena. Así que me levanto raudo y veloz. Llego a la puerta, la abro y veo a Elena.
-Hola Carlos -me dice Elena -perdona que te haya despertado pero olvidé las llaves en casa.
-Para nada, ya e...