Mi madre y julio. parte 1

Carlos sigue recordando parte de su adolescencia en donde descubrió lo hermosamente ardiente que era su madre y de todo lo que ella era capaz con tal de llevarse a uno de sus amigos a la cama.

Como era su costumbre, tocó tres veces y sin esperar a que yo respondiera, giró la perilla de la puerta y entró a mi habitación.

-          Perdón, me dijo, pensé que estabas solo.

-          No, má, respondí, estoy con Julio.

Julio era solo unos meses mayor que yo, íbamos en el mismo grupo de la secundaria, yo cumpliría mis 19 años hasta diciembre en tanto que él estaba a unos cuantos días de cumplirlos.

Era el último domingo de un mes de mayo, lo recuerdo perfectamente, habíamos te...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa 7

Susy sigue recordando la mañana que estuvo con Manuel mezclando en esos recuerdos, lo vivido con Luis, su amante que le enseñó, de adolescente, cómo se disfrutaba del sexo. Una historia llena de suspenso y excitación.

Salimos empapados del baño, Manú aún llevaba su deliciosa verga semierecta. En un dejo de travesura lo tomé de ahí y lo halé suavemente indicándole el camino rumbo a mi dormitorio matrimonial.

Tomé una toalla y empecé a secar su delicioso y juvenil cuerpo, me acerqué a él, y quedando frente a frente, coloqué la toalla entre nuestros cuerpos, me apreté a su delgado y suavecito pero musculoso cuerpo, tomé sus mejillas entre mis manos y lo besé apasionadamente, “que no se caiga la toalla”, le dije entre...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa 6

Seguimos en la camioneta, casi sin darme cuenta lo estaba montando, ahí mismo, donde posiblemente alguien pudiera vernos.

Me levantó con mucha facilidad y rapidez, su mano izquierda hizo, con un movimiento fuerte y rápido, a un lado mis pantaletas y me dejó caer con una precisión casi milimétrica sobre su desnuda, parada y gruesa verga. Un ¡aaaaaaaa! sonoramente fuerte y prolongado salió de mis labios, al mismo tiempo que cerraba los ojos con fuerza, mordía mis labios para no gritar más fuerte aún, agachaba la cabeza hacia un lado y con mis uñas arañaba parte de sus hombros y espalda. Mi falda escolar, de cuadros grises, caía...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa 5

Susy sigue recordando cómo inició su gusto por los jóvenes y nos narra cómo convirtió su coraje hacia Javier en un deseo sexual enorme del cual después ella se convirtió en su presa.

Hincada como estaba, literalmente, engullí aquel delicioso trozo de carne juvenil que estaba ante mi boca. No podía desperdiciarlo, se veía rico, apetecible, era una carne juvenil y virgen. Duro como una roca se elevaba hacia el techo de mi casa, Manuel no se movía, solo gemía en cada mamaba que le daba, mientras sus brazos se estiraban a todo lo largo del respaldo del sillón; mis expertos labios y mi ardiente boca succionaban con fuerza cada que terminaban en la punta de su glande haciendo el clásico chasq...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa 4

Cuando Manuel puso sus pies dentro de mi casa supe que iba a vivir momentos íntimamente ardientes, solo debería tener paciencia, pues siendo un amante novel era preciso enseñarle a disfrutar las mieles de la pasión y el sexo con calma y sin prisas.

PREFACIO

Agradezco a todas y todos aquellos que me han escrito. Quiero aclarar que Susy realmente sí existe, tuve la dicha de cruzarme en su camino hace, aproximadamente, ocho años, ella iba a cumplir en esos días 35 años. Vivimos un romance apasionado durante 5 o 6 años. Ella es como la describo en estas historias: un cuerpo de diosa y con sus deseos insanos de sentirse poseída, casi, a cada momento. Muchas de las historias que acá narró fueron reales, con algunas partes producto de mi imaginación, p...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa 3

No importaba el tema ni el interés que pudiera mostrar en nuestra insulsa charla, lo importante para mi era coquetearle, mostrar un poco de mi cuerpo, ser muy provocativa, quizá demasiado puta a sus ojos.

Como siempre ahí me estaba esperando afuera de su tienda. Me devoraba con su libidinosa mirada. No me incomodaba, en realidad me excitaba. Don Pepe tenía algo que me calentaba con sus comentarios y la forma de mirar todo mi cuerpo. Con ningún otro hombre, y menos de la colonia, yo permitía que se dirigiera a mí en ese tono y con esas palabras, sin embargo, con don Pepe no solo lo permitía, sino que yo misma le decía palabras en doble sentido, alentándolo, sabiendo que el viejo se calentaba y a mi me pasaba...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa II

Estaba demasiado caliente y esperaba que esa mañana don Juan me quitara esa calentura que me estaba volviendo loca, mi marido no me hacía sentir lo suficientemente hembra. Ardía de ganas de una rica y deliciosa cogida. Ese era el momento, no podía esperar más.

El día llegó. No puedo negar que me encontraba muy nerviosa. Don Juan no era demasiado apuesto, pero tenía lo suyo, alto, cerca de los 1.80, más joven que mi marido, aún no llegaba a los 40, se notaba fuerte, producto del esfuerzo que hacía en su trabajo, pues se dedicaba a la albañilería, soldadura y no sé cuántas cosas más, pero sobre todo y eso es lo que me tenía muy inquieta era lo que se le notaba debajo del pantalón, ese bulto era lo suficiente para quitarme la respiración y quería comprobar si de ver...

La otra mirada. Susy, una dulce ama de casa.Parte1

Sentía que me quemaba, mi marido simplemente no me daba el placer que necesitaba. Era urgente hacer algo o las cosas terminarían mal. Don Juan, él podía ser el hombre perfecto, el hombre ideal para llevar a cabo mi plan.

A mis 30 años lo conocí. Él con sus 55 encima, pelo entrecano y actitud de caballero me llamó fuertemente la atención. Su porte, su elegancia, estar siempre atento a lo que yo necesitaba, siempre oliendo a un embriagante perfume; me subyugaron sus manos, suaves y delgadas. Yo que toda la vida había tratado con patanes, con hombres sin educación, conocer a Carlos fue maravilloso.

Corto fue el tiempo que nos tratamos, él se enamoró de mi y me propuso vivir juntos. Si bien era cierto que no estaba enamor...

La historia de Carlos y su madre. Parte 4 y medio

Temerosa de ser descubierta, pero presa de la lujuria, doña Rosy acude a la casa de Sabino para concluir lo que un día antes no había terminado de gozar. Su sorpresa fue grande cuando encontró a "Boby", el enemigo de su hijo dentro de la casa de su joven amante.

UN DÍA ANTES…

- Voy a bañarme y espero que al salir ese cabrón ya no esté aquí . Le dijo Carlitos a su amigo. Y sin más comentarios tomó su toalla y se dirigió al baño que se encontraba hasta la esquina sur del terreno.

Sabino llamó a Roberto, y sin mayores explicaciones le pidió que se fuera, no era conveniente que estuviera ahí ahora que estaba Carlitos, si quería que algo pasara con su madre en este momento era importante ceder.

-          Vete para mi casa, le dijo, voy a hace...

La historia de Carlos y su madre. Parte 5

Su madre entró a la casa grande y se sentó frente a “boby”, cruzó las piernas para dejar ver sus finas y torneadas extremidades, quien con golosa mirada no despegaba ni un solo segundo sus ojos de aquella excitante visión.

Con el desgano visible entre sus dedos, tecleaba a velocidad media las palabras de aquel informe que ya se le había hecho eterno y que debía entregar a media mañana. Frente al monitor, Carlos bebía, de vez en cuando, aquel delicioso café colombiano que degustaba en su taza favorita. De pronto su mirada se perdió y como corceles desbocados, los recuerdos galoparon sobre su memoria.

Era una tarde de verano, acaba de terminar el segundo grado de secundaria y las vacaciones habían comenzado unos días ante...