Jugueteando

A veces lo mejor se hace esperar, pero… ¿cuánto tiempo puedes aguantar jugueteando?

Jugueteando. Siempre jugueteando. En el portal de mi casa, en el tren, en la calle… o en su casa. Como ahora. Cosquillas, caricias, mi aliento perverso calentando su piel, mis dientes probando el tacto su carne, mi lengua saboreando levemente su cuello… y nada más. Como deseo notar yo su aliento, sus dientes, su lengua en mi cuello, mis pechos, mis caderas, mi vientre, mi sexo… Estoy harta. Lo noto caliente, preparado, expectante pero retraído, incluso ahora los dos solos, en el sofá de su casa, bajo el úni...

Tengo que contarte una cosa...

Durante un aburrido trayecto en tren un anónimo personaje escucha una singular historia

-Tía tengo que contarte una cosa…

La mezcla de expectación y confidencialidad que contenía aquella frase no pudo por menos que llamar mi atención, mas cuando mi MP3 hacia ya varios minutos que se había quedado sin batería y había confirmado que era incapaz de pasar de la página 100 de El castillo, demostrando que aquella no era una buena lectura para un largo y monótono viaje en un tren regional que transitaba tal vez por la zona con menos atractivo paisajístico y más aridez geográfica de Catalunya. ...