Jugueteando
A veces lo mejor se hace esperar, pero ¿cuánto tiempo puedes aguantar jugueteando?
Jugueteando. Siempre jugueteando. En el portal de mi casa, en el tren, en la calle… o en su casa. Como ahora. Cosquillas, caricias, mi aliento perverso calentando su piel, mis dientes probando el tacto su carne, mi lengua saboreando levemente su cuello… y nada más. Como deseo notar yo su aliento, sus dientes, su lengua en mi cuello, mis pechos, mis caderas, mi vientre, mi sexo… Estoy harta. Lo noto caliente, preparado, expectante pero retraído, incluso ahora los dos solos, en el sofá de su casa, bajo el úni...