Mi tía decide aliviar a un gran danés en celo

Mientras estoy unos días en casa de mi tía un vecino nos pide que cuidemos de su perro, que está en celo y busca una perra desesperadamente.

Estaba pasando unos días en casa de mi tía Mercedes, para hacerle compañía mientras su marido estaba de viaje. A ella no le gustaba estar sola y como yo estaba de vacaciones accedí cuando me lo pidió.

Yo estaba terriblemente excitado, ya que conocía los escarceos de mi tía y soñaba en podérmela beneficiar algún día. Merche era una mujer de unos 45 años, estaba un poco entrada en carnes, lo que le hacía ser muy atractiva. Tenía unas tetas grandes y un culo muy apetitoso. Además vestía de forma mu...