La primavera

La primavera había comenzado hacía dos semanas; las tardes ya eran más largas, el frío nos abandonaba y mis instintos comenzaban a despertar de su letargo invernal.

La primavera había comenzado hacía dos semanas; las tardes ya eran más largas, el frío nos abandonaba y mis instintos comenzaban a despertar de su letargo invernal.

Ese día, como hacía habitualmente, me puse a mirar el correo después de cenar. Había un mensaje de Alejandro. Nos escribíamos con mucha frecuencia pero ese mensaje era diferente porque me decía que a finales de junio regresaba a casa y lo hacía para quedarse definitivamente. Hasta ese momento nunca había pensado en él como pareja per...

Un rayo de luz

Al final, decidí que ya era hora de levantarme y practiqué uno de mis actos preferidos: abrir las cortinas de mi dormitorio antes de vestirme, sin mirar si hay alguien que me pueda ver. Es mi forma favorita de dar los buenos días al mundo.

Un rayo de luz se colaba entre las cortinas de la habitación. Ya eran las diez y veinte de la mañana pero era sábado y tenía todo el día para mi sola, así que me quedé un rato retozando en la cama. Parecía que iba a ser un bonito día, por lo que me puse a pensar en qué podía ocupar el tiempo; podía ir a la piscina, aunque el bullicio no me apetecía, o mejor a un río o a algún pantano. Al final, decidí que ya era hora de levantarme y practiqué uno de mis actos preferidos: abrir las cortinas de mi dormi...