Después del autobus, un violín rojo
Esta es la continuación del relato del autobús, de cómo mi hermano Sergio y yo estuvimos solos una semana completa en nuestra casa.
DESPUÉS DEL AUTOBÚS, UN VIOLÍN ROJO
Al llegar a casa aventamos nuestras maletas, mi hermano Sergio me tomó entre sus brazos me subió mi falda azul mientras con una mano me acariciaba mi rajita que ya estaba muy mojada desde que veníamos en el taxi, con la otra me acariciaba los pechos mientras nos besábamos apasionadamente.
-¿qué hago? Yo no soy una cualquiera, no puedo creer lo que hicimos, lo que hacemos, si tú eres sensato, por qué lo permitiste, por qué te dejaste llevar y llorando lo d...