Sigue enfadada conmigo...
Vale, nos lo montamos en el coche, en el aparcamiento de un centro comercial... pero tampoco es para enfadarse.
¿Por dónde me quedé?...
Estábamos en el baño, después de la que cayó, nuestras ropas totalmente empapadas, por no decir de nuestras ricas cervezas inservibles... con lo bueno que estaba. No podía apartar la vista de sus pezones, visibles ahora por su camiseta mojada y cuyo adorno... la novia del pato Donald, muy sugerente... estaba situada estratégicamente entre sus dos tetas pequeñas... pero bien puestas y con esas dos joyas grandes y oscuras, que si mal no recuerdo, en la fiesta de mi amigo......