Disfrutando yo sola de mis botas de agua

Hoy va a nevar, me prepararé para irme a la oficina, por supuesto, llevaré mis botas de agua conmigo.

Siempre que llevo mi vibrador fuera llevo puestas mis botas de agua también, es la única forma en la que puedo llegar al clímax yo sola. A menudo me corro tanto que termino salpicandolo todo, y realmente sólo llego al climax apropiadamente cuando siento que recorre mis esbeltas piernas hacia el interior de mis katiuskas. No me gusta llenar mis katiuskas hasta arriba, pero me gusta correrme y mear sólo un poquito en ellas, lo justo para hacer que estén húmedas por dentro. Nada me gustaría más que ser follada...

Historia de mi fetiche por las botas katiuskas

Me volví fetichista porque llevaba botas de agua de pequeña, pero también me gusta ensuciarlas.

Año 1999, recuerdo que estaba en la escuela primaria, yo era una niña de nueve o diez años, en esta epoca, cada dia que llovia, me ponia unas botas de agua de color azul clarito que tenía, me gustaba este color porque era bastante llamativo, aunque un poco apagado.

Cuando jugaba con mis compañeros en el recreo siempre procuraba llevar mis botas de agua, ya que habia al lado de donde jugabamos un pequeño lodazal en el que a veces caia el balon y se llenaba de barro, en estas circunstancias yo iba la pr...

Con una pequeña equivocación me folló un jinete.

Historia de mis primeras botas de agua y de cómo conocí a alguien del mundo ecuestre que me hizo disfrutar de un rato de intimidad.

Recuerdo cuando tenía ocho años que mi madre me llevó a comprarme mis primeras botas de agua, entramos a la tienda, y mi madre decidió las botas por mi, eligió unas color rosa clarito, procedí a probarmelas, introduje el pie en una bota y, aunque no eran especialmente cómodas, me gustaron mucho. El dia siguiente llovió y por fin tuve la oportunidad de probar por primera vez el que en aquel momento ya era mi calzado favorito. Fueron buenos tiempos en la escuela primaria, cuando mis compañeros llevaban este t...

Consiguiendo los tres fluidos

Mi pervertida aventura para conseguir los tres fluidos con los que rellenar mis botas de agua fetiche

Hoy, un domingo de Abril cualquiera me levanté de la cama y lo primero que hice fue ir directa al baño y me desnudé para posteriormente calzarme mis botas hunter y darme placer a mi misma durante un buen rato, al fin y al cabo vivo sola y puedo permitirme masturbarme en la ducha el tiempo que sea necesario. Tengo 32 años y, en este tiempo he tenido demasiadas experiencias sexuales, por lo que el sexo y la masturbación para mi dejaron de ser un tabú hace mucho.

Comencé acariciando lentamente mi sexo du...

Cómo me follé a Jesús

Tras dos años sin verle, descubrí que se habia puesto en forma y que compartía mi fetiche, me ponía muy cachonda, él era muy tímido pero con mis armas de mujer y gracias a mi mente pervertida pude acabar llevándomelo a mi dormitorio.

Mi nombre es Sandra, tengo 32 años y soy una chica guapisima, de pelo pelirrojo, delgadita (casi 90-60-90) y a la que le encanta el sexo.

Al salir de la ducha miré por la ventana, me esperaba a las 19 de la tarde una cita pasada por agua con Jesús, para vestirme me puse un suéter rosa, una faldita negra, unos leggings negros y unas botas de agua hunter brillantes y de color rosa, y empecé a maquillarme.

Al llegar al lugar de la cita vi a Jesús, nos dimos dos besos y un abrazo y me llamaron la at...