No fue premeditado, pero pasó.

Mientras esperan la llegada de sus respectivas parejas, yerno y suegra entablan una conversación que supondrá el inicio de una relación prohibida.

No sé si lo que voy a contar está bien o mal, no me lo planteo, pero la experiencia que en un principio me resultó muy inapropiada y hasta cierto punto inverosímil, la he ido interiorizando poco a poco hasta llegar a un punto de normalidad que, siempre manteniendo todas las cautelas posibles, contribuye a hacer que me sienta bien conmigo mismo y que haya desaparecido el sentimiento de culpa que sufrí durante un tiempo.  Luis es mi nombre, vivo en una ciudad del centro de España, trabajo para una compañía de...