La aventura de la esclavitud

Lo que cuento en este relato no es literatura, es testimonio real de un hecho verídico, es testimonio de sucesos reales, tal y como han sucedido.

Comienzo este nuevo relato por orden de mi actual Ama L. Por respeto a su intimidad no voy a decir su nombre real, y tampoco el mío. Pero les aseguro que lo que voy a contar ahora no es literatura, es testimonio de hechos reales, tal y como sucedieron. Tengo 50 y largos años, soy el personaje real que se esconde tras el seudónimo de “camiversos”. Durante toda mi vida he fantaseado con mi deseo de llegar a ser esclavo; recuerdo que de joven jugaba con mis primas a que me encerraran en un armario y, a solas,...

Carlitos 2

Carlitos entra en una vorágine de sumisión y humillación ante su Ama y Dueña, quien hasta el día de ayer era su antigua esposa Elena.

Carlitos apenas pudo dormir esa noche; no solo porque estuvo todo el tiempo pensando en lo que había ocurrido el día anterior, sino también porque su esposa y Ama Elena había atado sus huevos a una cinta de seda y ésta a los pies de la cama, y había obligado a su hasta ahora marido, y a partir de ese momento esclavo, a dormir en el suelo, al lado de su cama y encima de una alfombra. De vez en cuando se despertaba y acariciaba a su nueva propiedad, le tocaba la cabeza o acariciaba su miembro o sus huevos, y...

Carlitos

Elena, cansada de un matrimonio aburrido y harta de un esposo desatento, decide dar un giro decisivo a su matrimonio y convertir a su marido en su objeto.

Después de muchos años de casados, el matrimonio de Carlos y Elena dio un giro inesperado. Ella estaba tan aburrida de lo convencional,  siempre sexo aburrido y monótono, siempre sexo en el que lo importante era exclusivamente el placer de Carlos, siempre lo mismo. Además, ella desde hacía tiempo conocía la tendencia sumisa de su marido, pues él le había confesado sus fantasías de entregarse a una Mujer Dominante cuando disfrutaban de su luna de miel. Al principio le había sorprendido esta confesión, inclus...

Un piercing en la boca

Un esclavo es reducido a ser usado tan solo a través de su lengua, a la cual se la complementa con un piercing para que sea más eficaz en su cometido.

Hoy hace tres años que me he convertido en el juguete sexual de mi Ama Laura. Desde entonces tengo mi pene encerrado en una jaula, en un pequeño cinturón de castidad de metacrilato. No hay piedad para mi miembro: solo sale de su encierro una vez a la semana, cuando mi Dueña me ducha con agua semicongelada, para impedir toda posibilidad de excitación. Ah, y me olvidaba; también me ordeña una vez al trimestre, pero me ordeña de manera que yo no pueda tener el más mínimo placer. Para ello, me pone a cuatro pat...