El traje de baño (III)
Me di una pausa, ensartada, pero dueña de la situación. Tomé un poco de aliento.
El público y la crítica aclamó mi show de debutante en vivo. El público, Don Ismael, que solo le faltó aplaudirme, y la crítica, yo, claro está. El resto de la noche lo pasé reviviendo la escena de mi travesura acuática en vivo y fantaseando sobre nuevos espectáculos. Sentí un poco de nervio porque mis aventuras de putita estaban tomando un nuevo rumbo. no dependían solo de mis atrevimientos. Ahora eran un juego entre dos personas y, si yo solita podía controlar poco mis deseos, ahora menos control tendría...