Buenos vecinos
Mi ofrecimiento a los nuevos vecinos para ayudar a instalarse tuvo recompensa.
Hace algún tiempo se mudaron al piso de enfrente una pareja de unos cuarenta años, Luis y Mari; son personas agradables y buenos vecinos. El tiene negocio propio por lo que pasa la mayor parte del día en él. Ella está algo entradita en carnes, sus pechos tienen un buen tamaño, algo caídos, natural después de haber criado a dos hijos.
Al poco de haberse instalado los invitamos a cenar una noche; comimos, bebimos y charlamos hasta ya bien entrada la madrugada; el comentó la de detalles que aún le...