Son tus ojos, niña, dulces lagos en ellos me ahogo hasta anclarme en tus tobillos nacarados que de dulce blancura los tiñeron los ángeles y de lágrimas profundas y risas y sueños. Es tu pecho firme reposo de peregrino, tu vientre el cielo raso de miles de ilusiones, compartidas con las brisas de las mañanas de seda. Amo y odio tus senos, piel deseada, puerta cerrada de tu alma. Y mas allá el mar del deseo, donde el dulce aroma de tus cabellos me envuelve y me hace gritar ¡Redención! tus labios f...

Comencé a perderme en sus curvas náufrago de mis deseos, de su cuerpo adulto, de tu vientre fresco, de sus profundidades llenas de memorias y de ausencias.

Sus labios, lejanos y prohibidos, llenos de besos, de suspiros y silencios. Ajados de tantos besos, secos de sed de más.

Esa sed que se contornea arrebolada en sus muslos, la misma que me lleva ávidamente hacia el contorno de sus caderas hasta que el mar cubrió los restos de mi naufragio y en sus orillas, la esperanza de ser inmortal....

Cadáver Exquisito VIII

Escribía tequieros en tu espalda con cuchillas oxidadas por los años, tatuaba tus pechos y tu vientre, disfrutaba cada poro de tu piel. Con rabia, con rencor, con desaliento, se abrían paso los corceles con la experiencia acumulada en mil batallas. Recorría las huellas que nos dejó el tiempo. Hilos de plata recubren mis sienes, descienden por tus costados, se anclan en tu sexo y penetran en tus entrañas. ¡Ay de los deseos que afloran! ¡Ay de los pasos perdidos por lo...

Cadáver Exquisito VII

Alojado entre zarzas llameantes, desgarrado por un cruel desengaño, sufriendo la pena cada hora de cada día de cada época del año, elevo los sueños, los entrego a las nubes los despeño después a los infiernos para que se consuman en el fuego que recorre cada rincón de mi cuerpo y chisporrotea en mi cerebro y en mi entrepierna. Deambulo en un desierto de sentires donde el oasis único es la inconcreción, donde la suave brisa juega con mi pelo. La realidad se arrastra...

Cadáver Exquisito VI

Desde las sombras emerge el negro cuervo que provoca la angustia de los idiotas, descose un pasado infeliz, y lucha, a duras penas, por sobrevivir desde esas sombras. La muerte y su aliento provocan sufrimiento y penas y enlutan garzas, armiños y palomas. Hoy por fin comprendí qué es el dolor: Mancha, disloca, tuerce, se agiganta, es nube de tormenta que aterra y oprime, es regreso a un pasado que cobra implacablemente sus deudas. En el ojo del huracán me entrevero...

Cadáver Exquisito V

Abandonado entre las costillas de un cadáver reivindico la simple idea de tu sonrisa, lacerado por miedos, quebrantos y sinsabores y soñando con un día nuevo. ¡Ay de los vivos que mueren sin morir pero muriendo en camastros oxidados de un hospital fantasma! Danzan la pavana del olvido los sin nombre y buscan en la oscuridad su aliento perdido... Corred, pobres infelices, que el destino os acecha o, quizá, en el último sorbo descubráis solo un alma en busca de su resurrec...

Cadáver Exquisito IV

Ebrio por una gota de sudor, lamida entre tus muslos abiertos como rosas, las llamas del infierno danzan en un vano intento de alcanzar el cielo. Buscas infructuosamente, en las noches y en las sombras, laberintos de luz que nunca encuentras, pasadizos estrechos en los que ahogarte en mares de lágrimas fantasmas. Mi nostalgia se filtra en mis heridas y se acaba en la herida horizontal de tu nacimiento, en el ojal rasgado entre tus muslos en la piel ardiente de tu s...

Cadáver Exquisito III

Decidí buscar, en la inmensidad de tu mirada, serpentinas, peces de colores y seis gramos de amor, dos poemas, uno con tu nombre y otro con tu olor, mi reflejo, el eco de un océano en tinieblas, y mi sonrisa inapagable, reflectora de sombras ajenas. Mecido en tu aliento al fondo de tu alma, arrastrado allí donde reside el ojo del huracán de huracanes, allí donde el mar se une con el cielo, allí en el sitio de los recuerdos, masticado, tragado y excretado, vuelvo a nacer...

Cadáver Exquisito II

Hoy hallé, entre tus cosas, tres planetas reflejados en lo infinito de tu mirada como rocas prendidas en mil llamas: uno de fuego, otro de viento, de hielo el tercero. ¿Dónde estará su sol? ¿Dónde sus cielos? ¿Dónde alcanzarán tus besos el hielo? ¿Cómo no quemarte con mi fuego al tocarte? En el hueco del alma los pecados danzan, con lágrimas de sangre que vierten a la mar, reviviendo fantasmas de un lejano pasado que una vez fueron hierro fundido, consumiendo pensa...

Cadáver Exquisito I

He visto una criatura maravillosa y creo que el cielo se ha abierto las venas para concebirla. (Para cada dios un muerto perfecto, sin ojos, sin petunias, sin paréntesis, buscando entre el tiempo y el espacio el bárbaro elixir del plenilunio y aullando en la negra noche su sonrisa de colmillos asesinos) Se abrió ante mí, deseosa de volver a morderme. Entre las montañas de mi inocencia lame gustosamente mis heridas. (El dolor sabe dulce cuando es producto de tus uñas, es...