Un Ser Invisible (3er Experimento)

Dos mentes y un solo (y descomunal) cuerpo. La eterna lucha del Bien contra el Mal. Aunque si tienes delante a un chaval deseoso de sexo, pidiéndote que te lo folles, no está claro dónde queda el límite entre lo uno y lo otro...

Aunque aquellas palabras habían salido de mi boca, pese a que le acababa de decir con brusquedad que iba a destrozarle ese "culo de puta" que tenía, juro que no fui yo quien se lo dijo. Debió ser el maldito Óscar, cada vez más dueño de su propio cuerpo. Me froté el paquete contra el pequeño culo blanquecino de aquel chaval, mientras le repetía lo mucho que le iba a doler cuando le perforara "con mi enorme polla". Le apreté la mejilla contra la pared, y al mismo tiempo chupé la que tenía frente a mí. N...

Un ser invisible (2o Experimento)

Con la complicidad de Paquito y las ganas mutuas de seguir experimentando, decidimos que era un buen momento para pasearnos por el gimnasio de mi barrio.

Paquito estaba ya al final de la calle, detenido en un semáforo. Seguía con el teléfono en la oreja, preguntándole a la nada si le podía oír. No dije nada, pues había demasiada gente alrededor, pero sí le rocé el culo para hacerle notar que estaba a su lado.

-Te encuentro muy gracioso, amigo mío, pero no tengo ganas de tonterías. Te tengo que dejar, lo siento.

Mi amigo colgó el teléfono sin esperar respuesta (tampoco es que se la fueran a dar), y miró a una señora que había junto a él, dedi...

Un ser invisible (1er experimento)

A veces le decía: Me gustaría ser invisible para poder entrar en un vestuario lleno de cachas en pelotas. Y mi amigo Paquito, como si fuera el puto genio de la lámpara, una tarde me concedió el deseo.

Según el reloj del laboratorio llevaba 37 minutos allí de pie, en pelotas, viendo como mi buen amigo Paquito me seguía enganchando esas dichosas pegatinas blancas por todo el cuerpo. Cara, cuello, torso, espalda, culo, incluso una enrollada en la polla, los muslos, las rodillas, las pantorrillas, los pies...

No había un solo rincón de mi cuerpo donde no se vieran esos pequeños circulitos blancos parecidos a los parches de nicotina para dejar de fumar. Estaba empezando a cansarme, porque además P...

La leyenda del muchacho violinista

En un lugar llamado Asharraf, dicen que el Gran Califa Mossul mantiene a un joven encerrado en la torre más alta del palacio. Es Tareq, el muchacho violinista que protagoniza la leyenda más pasional jamás conocida.

El muchacho se llamaba Tareq, y nadie era capaz de adivinar cuál era su edad. El califa Mossul lo mantenía oculto en la torre más alta del palacio, pero no como a un prisionero, sino más bien como a un objeto codiciado, como un trofeo o una joya que pudiera ser arrebatada por cualquier enemigo.

El joven Tareq había sido conminado a aquella torre cuando apenas tenía cinco o seis años, justo cuando Mossul se dio cuenta del talento precoz y antinatural que el niño mostraba cuando se hacía acompañar...

Cumpleaños 2.5: Desenlace Sin Armario.

En la caseta de la piscina descubrí el increíble placer de la ambigüedad sexual. Zaira y Gonzalo me llevaron a lo más alto, me arrastraron hasta convertirme en un alumno aventajado.

Me encontraba tan pegado a Zaira, que las manos del primo apenas se podían mover sobre sus tetas, y aún menos deslizarse estómago abajo. Creí sinceramente que él no iba a seguir descendiendo, sobretodo teniendo en cuenta la cercanía de mi pantalón abultado, el peligro que entrañaba moverse por aquella zona mientras siguiéramos formando aquel bocadillo tan apretujado. Pero no tardé en sentir el dorso de las manos de Gonzalo en contacto directo con el bulto endurecido de mis pantalones.

Unos panta...

Cumpleaños 2.3: ¿Saliendo del Armario?

Ningún calentón del mundo debería quedar sin concluir. Gonzalo y su tía Laura nos habían puesto el anzuelo, y ahora dependía de Valero y de mí la finalidad que le quisiéramos dar a nuestra excitación.

Al cometer la estupidez de empujar la puerta con mi cabeza, tratando de defenderme del pellizco de Valero, estuvimos a punto de que nos cazara la parejita que follaba sin miramientos en la habitación de matrimonio. Por suerte no fuimos descubiertos.

Al menos no por los dos, ya que sí pudimos ver cómo Gonzalo giraba la cabeza hacia aquella hendidura y arqueaba las cejas mientras no dejaba de cepillarse a su tía. Por la expresión torcida de su cara parecía estar preguntándonos que coño hacíamos, p...

Cumpleaños 2.4: Un Armario para Tres.

Sí, la chica solitaria era Zaira, esa espinita clavada entre mis piernas tan difícil de olvidar. Ni siquiera una bientintencionada mamada de Carlitos podía superar en interés a la posibilidad de rememorar aquellos minutos en que jugué al Armario con ella.

Habíamos rodeado la mansión desde la parte trasera. Ahora estábamos medio ocultos tras unos rosales. A unos seis o siete metros, Sabina cabalgaba suavemente sobre Valero mientras no dejaban de besarse. El vestido ajustado de ella estaba ahora arrugado desde algo más abajo de su cintura, montada a horcajadas sobre él, dejando a la vista una buena porción de su culo redondito. No hacía falta colocarse entre ellos para suponer que el pantalón de mi querido amigo estaba bien desabrochado, y que un buen tr...

Seguridad FeRRoviaria

Su misión es la de protegerte, pero cuando no te rindes a sus órdenes, los guardas de seguridad pueden transformarse en bestias salvajes, dispuestos a todo por destrozarte. Un relato incómodo y violento, para sádicos exquisitos...

A mí esa clase de animales siempre me han parecido un poco desagradables, e incluso la mayoría sexualmente insatisfechos. Si una de ellas es una hembra, ya tenemos el show montado, pues el varón se comporta delante de ella como todo macho de su especie, pavoneándose y exhibiendo su rudeza para mostrarse como el más fuerte y dominante de la tribu.

Me estoy refiriendo, cómo no, a lo que el común de los mortales denominamos "seguratas", es decir, esos tíos que se pasean por estaciones y vagones de...

La noche del ciego (2/2)

Un ligue de una noche. Eso creerían para siempre mis compañeros de piso que era Carlos para mí. Y eso es lo que fue: el mejor amante que he tenido hasta la fecha, una fuente inagotable de placer.

Carlos y yo seguimos recostados en el sofá, yo acariciando con la mano mi propio calzoncillo inflamado. Después de lo que acababa de suceder entre nosotros, no quería dar un paso en falso que lo jodiese todo, así que mis movimientos estaban controlados al máximo.

-Ha sido una buena mamada, sí señor... -reflexionó tras unos segundos en silencio Carlos, casi para sí mismo, con la mirada en dirección al techo y mientras se acariciaba aquel imponente pecho depilado que tanto me gustaba contemplar. ...

Cumpleaños 2.2: Detrás del Armario.

Mi decisión entre Laura y Gonzalo no sirvió de mucho, y me ocasionó una discusión con mi amigo Valero. Pero el primo macizo enseguida nos mostró cuál era la sorpresa que nos tenía preparada para aquella noche de celebración.

Mis alternativas no eran más que dos: o me tiraba a Laura, montada encima de mí y con ganas de cabalgarme, o pasaba de ella y subía a la habitación a tiempo para tratar de averiguar si mis sospechas sobre la ambigüedad sexual de mi mejor amigo Valero tenían razón de ser. No me lo pensé demasiado; dejé que mi polla decidiera por sí misma: "Fóllate a Laura, chaval, que lo de arriba puede esperar".

Dicho y hecho: sin importarme que estuviéramos a la vista de cualquiera del grupo que decidiera entra...