Emputeciendo a Alexia. 1
La verdad es que es fue un fin de semana para el recuerdo. A nuestras espaldas llevábamos horas de conversaciones en las que su mente se había abierto para mi, pero también citas de todo tipo en las que habíamos experimentado.
La verdad es que es fue un fin de semana para el recuerdo. A nuestras espaldas llevábamos horas de conversaciones en las que su mente se había abierto para mi, pero también citas de todo tipo en las que habíamos experimentado.
Atrás quedaba ese primer día en el que con paciencia y prudencia conseguí que se corriera sintiéndose una puta, que aceptara que esa sensación le encantaba. Que disfrutara de la pasión de acostarse con una persona quince años mayor que ella, dándole placer sin límites.
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