El Esposo De Mi Madre

—Eres hermosa—dijo arrodillándose a los pies de mi cama y tomando mis dos piernas. Las separo e inhalo el olor que desprendía mi coño. —Te voy a comer ese coño jugoso y me pedirás que no pare. Y esas tetas tan grandes pedirán que las lama y muerda cada segundo.

El Esposo De Mi Madre

—Mi mamá dejo su cena en el horno. —mi voz sonó un poco ronca debido a la reciente gripe que había padecido.

—Ya he cenado. —respondió endureciendo la expresión.

Cesar era un hombre de unos treinta y tres años, alto y fornido. Se podía decir que para la mayoría de la población femenina del pueblo donde vivíamos era el espécimen más guapo de la región. Y una que otra no disimulaban sus suspiros cuando mi madre organizaba las salidas familiares los domingos por el p...