En la oficina
Una mujer madura que deseaba hace tiempo fue mia una tarde cuando terminaba el trabajo.
La oficina estaba quedando desierta, se habían retirado casi todos excepto un abogado de fideicomiso y yo que tenia que permanecer un rato mas debido a que el gerente necesitaba sacar un expediente urgente hacia otra área del banco. Miraba el reloj incesantemente, ya había pasado mi horario y estaba bastante molesto "siempre lo mismo con esta maldita urgencia", pensaba yo. Quería estar en mi casa disfrutando del aire acondicionado y de un buen descanso.
A las seis y cuarto, por fin el expediente...