Follando como animales
Como mi primo pastor me enseñó que las cabras pueden dar más que leche, y que no sólo ellas dan leche.
Soy un chico andaluz de 32 años y la historia que voy a contar a continuación ocurrió cuando yo tenía 14. Por aquel entonces yo ya había descubierto mi cuerpo y tenía claras mis inclinaciones sexuales hacia los hombres.
Yo pasé mi infancia en una casa de campo ya que mi familia se dedicaba a la agricultura y la ganadería. Así que se puede decir que me crié al aire libre, un poco asalvajado, si se puede decir. Junto a nosotros vivía mi primo Andrés, dos años mayor que yo y que ayudaba a su padre...