Vete comprando las sales de baño

Una visita inesperada. Con las sales de baño. Tú solo tienes un plato de ducha...

VETE COMPRANDO LAS SALES DE BAÑO

¿No tienes bañera?, ¿Solo plato de ducha?

Cuando quieras puedes venir.

El placer de un baño…. Anímate… No seas tonta… Ven….

Llevo sin tener noticias tuyas más de una semana. Y de repente, un correo. Tacaño en palabras, como siempre. Las justas para decir lo que quieres decir: “

Compro yo las sales de baño

”. Suficiente. Das por hecho que voy a ir.

Tu propuesta es sugerente, provocadora. ¡Qué bobada!, es irresi...

En el cine

Me manda un e mail para vernos en el cine. Lo que pienso, lo que pasa dentro...

En el cine.

Veo tú e mail.

Como siempre a deshoras. Seco, directo. Ni una palabra de más. Dices lo que quieres decir. Lo dices y ya está.

“Hola. Estrenan 50 Sombras de Grey. No he leído el libro. No sé cómo es la peli. Sabemos de qué va. Vamos a verla.”

Y ya está. ¿Es esa tu forma de invitar al cine a una chica? O como siempre, de proponer tus jueguecitos.  Te voy conociendo.

No me desagrada la idea de ir al cine. La peli tiene fama de ser algo subidita de tono.

Aunque s...

Clic. Flash.

Te susurro al oído: - Haz de mi lo que quieras. Soy tu puta… Te gusta que te hable así, te excita que te recuerde mi entrega. Que me gusta el sexo. Que puedes follarme, que quiero que me folles

Clic. Flash.

Pasa y ya sabes.

No es necesario que me mires. Sabes cómo estoy vestida. Sé perfectamente cómo te gusta. Lo que has imaginado. Lo que te pone. Debajo de la gabardina habrá una blusa. Fácil de desabrochar. Sujetador de lencería. Coqueto. Fino.

Falda. Medias… Liguero… No puedo olvidarme de él… te vuelve loco. Y yo quiero volverte loco.

¿Bragas? Ahora lo sabrás. No pienso decirte nada. Ni insinuártelo. No tengo prisa. Sé perfectamente que meterás la mano entre mis muslos an...

Cena a ciegas.

Los ojos vendados. Tumbada sobre una mesa. El cuerpo es un mantel...

CENA A CIEGAS.

La propuesta es descabellada. Como siempre. Sé que te pondrás nerviosa.

No avanza el reloj. Impaciente. Intranquila.

Suena el portero automático. Cuatro veces. Suave, largo, largo, suave. La “X” en código Morse. Sonríes. La puerta de la calle entreabierta. Llego puntual.

Estás tal y como hemos hablado. Desnuda, sentada en el borde de la cama. Solo unos zapatos de tacón.

Te beso. No puedo evitarlo.

Ni me resisto. Ya sé que es inútil. Tengo que tocar tu cuerp...