Follada descomunal en el Talgo nocturno.

Lo agarré de la cabeza con ambas manos y froté mi rabo por su cara, deleitándome con todas y cada una de sus estúpidas expresiones. Él sonreía como un gilipollas, y yo no podía evitar pensar que era un puto enfermo mental por estar dejándose dominar de aquella manera por alguien diez años menor.

Faltaba un mes exacto para mi tan ansiado decimoctavo cumpleaños. Era veintiséis de marzo, y me encontraba en el Talgo de camino a Barcelona tras haber pasado una semana en Córdoba con un chico que conocí por Internet. Fuera hacía un frío gélido, y yo estaba escondido bajo mi abrigo de pelo, medio dormido. El tren había salido de la estación un poco más tarde de las diez y media de la noche, y en lo único que podía pensar era en la santa bronca que me iba a caer nada más poner los pies en la estación de San...

Mi primera vez con un gitano.

Cansado de la actitud tan tóxica de mi novio, decidí tomarme el fin de semana para mí y así conocer a otros chicos. Llevaba tiempo sin tener sexo, y necesitaba ser follado con urgencia. Aquel gitano del chat se encargó de recordarme lo mucho que me gustaba ser enculado como una zorra.

Esto debió de ocurrir allá por el año 2011, cuando yo tenía dieciocho años -o estaba a punto de cumplirlos; ni siquiera me acuerdo exactamente en qué fechas ocurrió-.

El caso es que yo soy de una ciudad cercana a Barcelona capital, pero por circunstancias de la vida me acabé marchando de casa a muy temprana edad y me fui a vivir a Alicante con el que por aquel entonces era mi novio. Ambos teníamos la misma edad y unos gustos bastante parecidos, pero no pasó mucho tiempo antes de darme cuenta de que no...