Falsas apariencias: Tercera parte

Hugo por fin conoce el desenlace de la de su mujer.

Raquel dejó de estar «en línea», por lo que deduje que por el momento no quería resolver la cuestión que yo le había planteado. A decir verdad, la conozco tan bien desde hace tanto que la veía capaz de no contestarme por estar «ocupada», así como hacerse la «ocupada» para generarme esa duda, aunque realmente no estuviese haciendo nada que se lo impidiese. Por encima de todo, lo que más le gustaba a ella era tenerme tenso, en todos los sentidos.

  • Creo que tus amigas se van.- Le dije a Laura.
  • A la mie...

Turno de noche

Leyre pasa su primer turno de responsable de la noche.

Hacía poco tiempo que le habían enseñado a llevar las traspaletas eléctricas y menos aún desde que tenía el carné que hacía falta para manejarlas. Era la primera vez que iba a hacer el turno de noche, pero debido a su contrato como jefa de equipo, le podían pedir que se quedase como responsable del almacén, debido a que el compañero que habitualmente lo realizaba, se había ido de vacaciones. En estos casos, era un tercer compañero con el mismo puesto el que lo sustituía, pero justo esa noche de viernes tení...

Falsas apariencias: Segunda parte

La semana avanza y también las relaciones con nuestros nuevos, "amigos".

Se repitieron hasta diez veces las alarmas de los móviles de ambos. A las 7:10 a.m. finalmente nos levantamos tremendamente cansados y tras unas duchas rápidas nos vestimos y bajamos a desayunar. Llegamos al salón del curso unos cinco minutos pasados de hora, cosa que nadie notó ya que todavía no se había terminado de sentar todo el mundo y la oradora tampoco había comenzado. Cada vez la lista de los que nos esperaban era más amplia, a los cuatro con los que habíamos estado compartiendo sitios el día anteri...

Falsas apariencias: Primera parte

Mi mujer Raquel y yo nos vamos fuera de la ciudad por trabajo y decidimos hacer que parezca que no estamos casados, para divertirnos un poco.

Eran ya dieciséis años de relación, los siete últimos de casados; pero tan solo dos trabajando en el mismo almacén. Sin nosotros pretenderlo, nuestra vida laboral había ido coincidiendo hasta tal punto que la empresa por cierta deferencia, había decidido mandarnos juntos a una formación para responsables que se hacía en un el salón de actos del hotel donde nos iban a alojar, organizado por una empresa que imparte masters y formaciones laborales, situada en Toledo. Estos cursos estaban enfocados a mandos int...