Mi perdición está en casa (II)
.Me moría de placer, si seguía así un minuto más iba a tener mi primer orgasmo. Y así fue, poco después entre su respiración agitada y sus suspiros en mi oído, las envestidas, su manera de tocarme el clítoris cambiando de ritmo, que era mi nuevo hermano y que estaban nuestros padres en casa...
Una vez salí de su habitación corrí hacia la mía. El pasillo se me hacía interminable, una vez dentro de ella puse el pestillo a toda prisa, puse algo de música y me tiré en la cama.
Estaba demasiado excitada con todo lo que había pasado y necesitaba desahogarme, así que instintivamente empecé a recorrer mi cuerpo con mis manos imaginándome que eran las suyas, comencé por el cuello lentamente hasta llegar a mis pechos, donde me entretuve con los pezones para seguidamente bajar un poco más pero siemp...