Carolina

Fara era un excelente complemento para la personalidad de Carolina, un ser necesario entre ella y el mundo. Por ello, Fara se convirtió inmediatamente en el canal de comunicación entre Carolina y yo.

Carolina

Siempre me ha gustado el nombre de Carolina. No sabría decir si fue antes o después de conocerla a ella. Me conquistó inmediatamente su talante de mujer retraída. Su dulzura, mezclada con una timidez natural de mirada, su boca cerrada, la luz que desprendía cuando trataba de prestar atención a lo que le decía. Nunca se desordenaba en su aspecto de mujer ausente. Tenía la habilidad de no utilizar las palabras para expresarse, pero sí una leve sonrisa de chica educada y amable.

Me l...

M

Estaba bajo la marquesina del Cine Emperador la tarde que lo vio pasar tras los cristales mojados por la lluvia. Después ocurrió todo muy deprisa. Una presentación casual, unas miradas y M se dio cuenta de que la tenía.

M

M la llamó por teléfono como de costumbre. ELLA temblaba cada vez que intuía su voz, identificándola con la razón primera por la que respiraba cada día. M era muy convincente. Tras la llamada, ELLA se dirigió a su casa como cada noche que lo hacía. El mismo sonido de la llave traspasando la cerradura. La misma oscuridad tras la puerta de entrada. El mismo olor. Los mismos sonidos de las pisadas sobre el suelo conocido. ELLA se fue directamente a la habitación indicada. Permaneció allí, como le...

A través de la celosía

En la Caracas colonial, una joven encuentra la pasión prohibida al calor del verano mientras descubre el sexo.

A TRAVÉS DE LA CELOSÍA

En la Caracas colonial...Agosto de 1756

Ella miraba a través de la celosía de la ventana... en un día de calor insoportable... hora de la siesta... en un día de ardor interior insoportable...

Las damas y caballeros caminaban de la mano, cuánta formal presencia, cuánto vacío a la vez en sus rostros, detrás de aquellos no había vida, lo sabía, lo intuía, por las caras aburridas de su madre y hermanas casadas... Nada sabia ella de las noches de ellas, sabia de las...