Las reglas del juego

Cuando Marta me propuso formar parte de un trío con Carlos y ella, me excitó la idea. Al explicarme sus reglas del juego, acepté sin pensarlo.

LAS REGLAS DEL JUEGO

Entre los labios de Marta y los míos, la polla de Carlos, altiva, erguida, las venas intensamente marcadas en la piel lubricada por nuestras lenguas moviéndose al unísono, el capullo al descubierto, ancho y rosado, deliciosamente suave en el roce con el paladar cuando, a turnos, nos los intercambiábamos para apropiarnos de él en exclusiva, chupándolo y haciéndolo desaparecer en el interior de las bocas hambrientas. Carlos de pié, las piernas ligeramente abiertas, las manos en...

Sensaciones especiales

Cuando acabé de bajar las escaleras, me topé con la imagen de la joven muchacha atada y de rodillas, delante del inmenso espejo que David tenía en una de las paredes del sótano. En él se reflejaba la chica de espaldas, completamente desnuda...

SENSACIONES ESPECIALES

Seguí a David por las escaleras que conducían al sótano de su casa. Era un amplio salón de acceso exclusivo y reservado solo para sus íntimos, acogedor y confortable, ideal para desconectar del mundo. Allí habíamos celebrado largas veladas de invierno, al calor de la chimenea, con buen vino y mejor compañía. Lugar para las grandes confidencias y para dar rienda suelta a los deseos compartidos. Pocos secretos existían entre David y yo, que en aquel sótano habíamos escrito num...

El final de aquella noche

Los cuatro hombres la rodearon, se apoderaron de ella y le arrancaron la ropa. De nada servía gritar más que para tratar de liberar tensiones y miedos...

EL FINAL DE AQUELLA NOCHE

De repente, Sofía sintió miedo. La noche había sido, sin dudas, memorable: buena cena, buenas amigas, largas horas de diversión, baile y risas que se multiplicaban al mismo ritmo que las copas bebidas. Hasta el final solo aguantaron ella y su inseparable amiga Sara, borracha como una cuba pero sin perder la poca compostura que le quedaba sobre la pista, agarrada a aquel tipo con el que había ligado, otro más para su colección particular de los fines de semana. Sofía reía...

Laura

Y allí te tuve, en mi cama, llenando mi absoluta soledad con la hermosura de tu cuerpo joven, irremediablemente más bello que como nunca lo pude imaginar.

LAURA

Fue precioso amarte, aunque no nos amemos, aunque solo pretendiéramos dar rienda suelta a la pureza impura de los instintos carnales, sexo por sexo, sin más compromisos, sin más ataduras, follar por follar, por liberar tensiones y encontrar placeres en la loca aventura de dos cuerpos unidos. Tú, linda muchacha, casi estrenando placeres en tu piel adolescente; yo, redescubriéndolos en ti. O gracias a ti, entregada al deseo salvajemente, lascivamente, como si quisieras exprimir mis años madura...

Mi boca estrenada

Era mi fantasía de siempre, mi deseo oculto, secreto, confesado tan solo a través de unas anónimas líneas en una página de contactos.

MI BOCA ESTRENADA

Elegiría al primero que cumpliera los requisitos: activo, mayor de cincuenta, preferentemente casado, culto, de constitución física tipo “oso”, alto y grueso, con sitio. La limpieza, seriedad y discreción se habrían de suponer por ambas partes. Era mi fantasía de siempre, mi deseo oculto, secreto, confesado tan solo a través de unas anónimas líneas en una página de contactos. *“Maduro, pasivo, sin experiencia alguna, busca activo, mayor de cincuenta, preferentemente casado, cult...